Un costeño que aprendió a conducir en la serranía

20 de junio 2023 9:00 por:

En Balsapamba, cantón San Miguel de Bolívar encontramos a Lautaro Alonso Pérez de 67 años, oriundo de Babahoyo que se desarrolló como conductor en medio de las elevaciones de la serranía. Lleva 47 años como chofer de vehículos pesados y narra que los primeros años de su vida trabajó como oficial en un camión que transportaba banano de exportación entre la hacienda La Clementina (Babahoyo) y el puerto de Guayaquil.

Luego, le nació la inquietud de conducir un vehículo y superarse. Para ello se capacitó y obtuvo la licencia profesional. Su inclinación por el volante, el deseo de superarse y de desarrollarse como conductor en un medio adverso y diferente al habitual, le hicieron emigrar a la provincia de Bolívar donde se encontró con rutas de relieves y orografía diferentes a los de la Costa.

“Aprendí que a diferencia de la Costa donde se circula entre 70 u 80 km/h sobre planicie, aquí entre lomas solo se maneja en primera y segunda o en tercera en ciertas partes a una velocidad máxima de 10 o 20 km/h, y al bajar de la loma a lo plano se usa el freno de máquina y despacio en segunda”.Cuenta que al comienzo le resultó difícil circular por la vía El Torneado, una de las más impresionantes y riesgosas del Ecuador, por su forma geográfica.

Es un enamorado de esta tierra bolivarense, donde popularmente es conocido como El Negro por la gente amable que lo trata con aprecio. El ritmo costeño aún lo lleva en la sangre pese a vivir muchos años en clima frío. Dice que siempre anda alegre en el volante con buena música. Esto le permite brindarle buena atención a los usuarios y a los turistas que viajan en una de las chivas de la Cooperativa Cristal que conduce y cubre las rutas entre Bolívar y Los Ríos: Balsapamba – Montalvo – Paraíso – San Pablo – Guamalán – San Miguel – Changuil – El Tambo – Las Guardias -Tronador – Gadiala – Guiyoloma y Santa Lucia.

Cada día se enfrenta al desafío de circular sobre montañas en turnos de entre las 02h00 y 18h00 para movilizar con responsabilidad a los pasajeros, algunas ocasiones en condiciones adversas cuando hay derrumbes. Recomienda a sus colegas conducir con precaución a una velocidad moderada por esta zona para evitar desgracias que lamentar.