Su mejor recompensa es la gratitud de sus pasajeros

18 de diciembre 2023 9:00 por:

Por la Asamblea Nacional encontramos a Carlos Javier Yar Palacios, conductor de Cooperativa Guadalajara esperando el turno para reiniciar su recorrido en la ruta Parlamento – Pueblo Blanco. Nació en el Carchi hace 30 años. Vino a Quito cuando era muy pequeño, hace tres años obtuvo su licencia de conductor profesional.

El trabajo de conductor le llena de satisfacciones. Es un gusto que comenzó cuando era cobrador y acompañaba a los choferes en su rutina. Indica que su más grata recompensa es cuando un pasajero le agradece por llevarlo con bien a su destino. Afirma que quiere seguir como conductor de transporte urbano pues la inseguridad de las carreteras le desanima a cambiarse de modalidad.

Piensa que el trabajo de conductor no es valorado pues los usuarios no se dan cuenta que es un trabajo muy sacrificado. No saben que los conductores no tienen un horario estable para desayunar, almorzar o merendar. Por la dinámica del transporte, el tráfico, la congestión o algún accidente, a veces, ni siquiera tienen tiempo de alimentarse con tranquilidad. Trabajan en turnos rotativos, por lo que inician y concluyen su jornada en horarios diferentes.

Resalta como su logro precisamente haberse convertido en conductor. “No es fácil superar las dificultades que están principalmente en la mente”, dice.  Siempre pensó que era muy difícil llegar a ser conductor, pero cuando un compañero le animó a estudiar para obtener su licencia, aceptó el reto y ahora está cosechando su esfuerzo. A aquellos pasajeros que solo les critican, les diría que cuando tengan algún familiar o ser querido que trabaje en este oficio, se van a dar cuenta de lo duro del trabajo; pero que, a pesar de cualquier inconveniente, los conductores lo realizan con alegría.