Peligra la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair .

15 de junio 2020 9:00 por: María Mogollón
Edición 141 - Junio 2020 • Quito

Un aviso a gritos: ¡Desapareció la cascada San Rafael! con un paisaje único por su caída de 150 metros, ubicada en el Parque Cayambe Coca en la Amazonía ecuatoriana. Este desastre se debió a un proceso de erosión del lecho del río Coca extremadamente violento. Hoy, al agua fluye unos cuantos metros atrás formado tres caídas menos pronunciadas.

Lo que sucedió ¿fue natural o es el resultado de actividades humanas?

La opinión está dividida, según unos geólogos el proceso fue natural por las características de la zona, pero otros consideran que se debió a la construcción de la presa para la captación de agua de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Esta presa desvió los sedimentos del río produciéndose un proceso conocido como “aguas hambrientas”, las aguas sin sedimento chocan con lo que encuentran al paso estremeciendo y arrasando todo.

La destrucción camina

El pasado 7 de abril, debido al hundimiento del río Cia causado por la erosión, originó la rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (Sote), del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y de un poliducto que transporta derivados de petróleo. Esto produjo un derrame de petróleo en las aguas del río Coca.

Desde entonces, el proceso de erosión regresiva de grandes dimensiones avanza, informó Emilio Cobo, coordinador del Programa de Agua de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, quien se encuentra realizando un seguimiento de este fenómeno. Cobo manifestó que los riesgos son altos para las infraestructuras situadas en las márgenes del río, como la carretera, tramos del oleoducto, la estación de bombeo de El Salado y la presa de captación de Coca-Codo Sinclair.

Un peligro eminente

Técnicos y geólogos especializados opinan que el peligro de destrucción de la represa de captación de agua del Coca Codo Sinclair y la estación de bombeo El Salado del oleoducto transecuatoriano, es eminente.

Calculan que esta catástrofe ocurrirá esta entre dos o tres años, inclusive se vaticina para máximo un año. El desastre está a nuestras puertas, significa que nos quedaremos sin la hidroeléctrica más grande del país, esfumándose la inversión pública de 2 300 millones de dólares.

Este desastre parece ser inevitable, a menos que a una distancia de 10 km que faltan para que llegue la espiral erosiva hacia la obra de captación, cambie la estructura geológica del terreno y la destrucción se detenga. Pero los especialistas en la materia, coinciden que esto es poco probable.

Características de la central

La central hidroeléctrica cubre una superficie de 3 600 km2, está constituida por la cuenca del Río Coca hasta el sitio El Salado, donde se encuentra la presa. El caudal promedio del río Coca en El Salado, donde se ubican las obras de captación, es de 292 m³/s. Se estima que el caudal diario es de 127 m³/s. En su inauguración en el goberno de Rafael Correa ise ndicó que el caudal es ecológicamente limpio, con muy pocos efectos negativos sobre el ambiente. Al momento, esta central hidroeléctrica se encuentra operando con normalidad y entrega energía eléctrica al Sistema Nacional Interconectado; pero,  la interrogante es ¿hasta cuándo?

¿Qué nos sucede?

Nos han caido muchas pestes como el azote de una corrupción imparable y su correspondiente impunidad, la invasión del coronavirus y, para un futuro cercano, la destrucción de la hidroeléctrica más grande del país, entre muchos males que han ido quedando más claros que el agua durante la emergencia sanitaria.

Exijamos: respeto a nuestros derechos; pena máxima a todo corrupto; profesionalismo en el manejo público de este Ecuador tan golpeado.