18 de septiembre 2018 8:34 por: Maritza Guevara
Por Janeth Cruz
QUITO
Con el compromiso de fortalecer la unidad, el presidente electo de la Federación Nacional del Transporte Pesado del Ecuador (Fenatrape), Luis Felipe Vizcaíno, asumió la presidencia del gremio para el periodo 2018-2020. Su elección tuvo lugar el pasado 29 de julio en el marco del XXX Congreso Ordinario y XIII Simposio FENATRAPE 2018, realizado en el Hotel Eurobuilding de Tababela.
Los lineamientos de su gestión apuntan a apoyar a la recuperación de la difícil situación que atraviesa este sector productivo, con un trabajo mancomunado. El plan integral de su gestión está definido en cuatro ejes: apoyo de servicios, apoyo legal, político y económico. Considera que uno de los problemas por los que atraviesa este sector es que, prácticamente, financia al área comercial e industrial en los servicios de transporte.
Argumenta que las otras ramas del transporte reciben el pago por su servicio de inmediato, pero para a la modalidad de pesados se demoran dos, tres y hasta seis meses. “Esto afecta la liquidez del propietario”. Por ello, la Fenatrape define una planeación estratégica que tienda a mejorar la liquidez del transportista, cobrando sus servicios de manera directa.
En los últimos 20 años, las tarifas del transporte se redujeron casi en un 50%. En cambio, los costos de las llantas, aceites, filtros, insumos, se elevaron. A esto se suman las tasas legales determinadas por el Gobierno Nacional y los regímenes locales. Esta cadena de costos ha colocado en una situación compleja al transportista pesado. Una de las alternativas que plantea es el impulso de un marco tarifario con un piso base que permita una sustentabilidad de costos. El proceso se realizará a través de una capacitación integral a los agremiados.
Vizcaíno desestimó la existencia de un monopolio en la transportación pesada, y por lo contrario afirmó que 227 mil camiones contribuyen con la economía nacional. El problema más bien está en que, de éstos, más de 53 mil sobrepasaron la vida útil. En los últimos 10 años, la tasa de crecimiento del volumen de camiones a la economía es de un 6% anual; sin embargo, en promedio el incremento de carga es de apenas el 2%, lo que ocasiona una sobreoferta de vehículos.