Luis Alcides Monge Cárdenas: La honestidad y seriedad no requieren contratos firmados

02 de marzo 2023 5:14 por:

Ahora con tristeza veo que ya no hay esa sinceridad, (si hay alguien digno de confianza es uno en diez mil). Hay que saber administrar lo que uno se sufre y Dios le da, solo así se hace algo, de lo contrario nada se logra.

Es pujilense nacido el 25 de febrero de 1941. Cumplidos 20 años obtuvo su licencia en 1959, “un año antes de graduarme en el Colegio  Normal Belisario-Quevedo. La verdad es que no me gustaba estudiar, pero mi papa Avelino me obligó y me gradué como profesor en 1960. Me casé a los 25 años con Digna María Sandoval y tengo cuatro hijos: Margarita, Javier, Carlos y Leonor”.

No ejercí mi profesión porque preferí los carros. Mi papá me dio trabajo en su camión Ford 700 que compró en 1957. Viajaba desde Pujilí a Valencia, La Mana, Quevedo trayendo yuca, plátanos, aguacates todo lo que había según la temporada y de la Sierra llevaba papas, ajo, cebolla.

Salía de Pujilí a las 8:00 a.m. y llegaba a la 1:00 p.m. porque las carreteras no eran buenas y nos demorábamos unas cinco horas en llegar a Valencia. Luego de descansar cargábamos de regreso a las 5 ó 6 de la tarde para llegar a Pujjilí a la madrugada. No había temor de viajar tan tarde porque todo era tranquilo, no había peligros ni robos.

Mis padres guardaban mi dinero

Muy joven empecé a trabajar limpiando zapatos, vendía tickets y me daban un sucre para la comida y de eso ahorraba, como sabía manejar de vez en cuando me ocupaban. Con mi papá trabajé como 10 meses ganando 500 sucres al mes. No necesitaba del banco porque todo mi dinero les encargaba a mis padres, en quienes confiaba totalmente; así fue como en siete meses le pagué a papá toda la deuda del Ford 700 que me vendió. Luego compré otro camión Ford 750 que, en ese tiempo, me costó como 100.000 sucres.

Los camiones que ha tenido

• Ford 700 año 1957 y otro Ford 750 año 1961: transportaba guineo de exportación y productos de la Costa para la Sierra

• Tanquero Mercedes Benz 19-20 amarillo año 1966: transportaba combustible desde Guayaquil a Quito a los depósitos de gasolina ANGLO, se necesitaba dos conductores.

• Mula Mercedes Benz 26-24 celeste año 1972: transportaba combustible desde Guayaquil a Quito a los depósitos de ANGLO, se necesitaba dos conductores. Recuerdo que para mí este fue el mejor trabajo que tuve ya que era muy rentable; pero, fue decayendo a raíz de la inauguración del poliducto transecuatoriano.

El Oleoducto Transecuatoriano se inauguró el 26 de junio de 1972, con una capacidad de transporte de 250.000 barriles por día, de un crudo de 30º API. Fue construido por la compañía estadounidense William Brothers, contratista del consorcio Texaco-Gulf, con una inversión de USD 117 millones.

Incursionó en el transporte de pasajeros.

Don Luis es socio fundador de la Cooperativa de Pasajeros 14 de Octubre de Pujilí. “Empezamos con camionetas, después colectivos pequeñitos de 16 pasajeros y luego cambiaron a buses grandes. Yo puse un bus Ford de 1967. Viajábamos a Latacunga, Insinliví, Pucayacu, Quito, Chugchilán.  Me retiré de la Cooperativa por 1988 ó 1990. Mis hijos Carlos y Javier eligieron transportar pasajeros en la Cooperativa Cotopaxi.

Carga o pasajeros: ¿Cuál rindió más?

De acuerdo al paso del tiempo las dos modalidades me han dado buenos ingresos. Ahora ya no es como antes porque hoy deben mantener a los malos policías o agentes de tránsito que les sacan dinero por todo. Cuando quieren extorsionarles, haya o no haya culpables siempre debemos pagarles lo que pidan porque ellos ponen el precio.

El labrado de las llantas es “una maravilla para esos corruptos; a un pariente le detuvieron tres malas autoridades y le pidieron cien dólares para cada uno!! Es urgente que las autoridades den de baja a esos malos funcionarios.

Precios de pasajes, diésel, llantas.

Pujilí-Quevedo (10 sucres); Pujilí-Latacunga (2 sucres); Pujilí-Quito (10 sucres); el diésel costaba 1 sucre el galón y la gasolina 3,50. Llanta General 900×20 costaba 2000 sucres y el aceite Veedol 10 sucres.

Exceso de camiones hace mal.

Por el año 1955 salía de viaje a Guayaquil los domingos o lunes cargado 100 quintales de papas desde Latacunga y me pagaban 5 sucres por quintal y de regreso pagaban 15 sucres el quintal; ahora cuesta hasta un dólar o menos por culpa de la competencia. Por la necesidad cobran precios regalados demostrando que no están preparados los transportistas. Ahí está el problema del exceso de oferta de camiones porque hay demasiados y los que les dan la carga aprovechan para pagarles cualquier valor.

La bella calavera.

A mi no me pasó; pero recuerdo que conversaban que la cuesta de El Guango era una parte angosta y empinada, decían que se asomaba una señorita y cuando se destapaba la cara había sido una calavera que les aterraba. Yo nunca encontré a nadie, ni al cuco, ni al diablo (sonrisas).

El cuaderno de los clientes

En ese tiempo no había tramposos y no se requería firmar nada, todos cumplíamos con la palabra. Encontré unos cuadernos donde registraba a los comerciantes desde el año 70. Allí consta lo que llevaba: cuántas panelas, quintales de yuca, papa, de todo. Los viajes eran los viernes y los domingos venían a pagarme los clientes al contado y sin fallar. Nunca se perdía nada porque había seriedad entre ambas partes. La palabra dada valía mucho más que cualquier documento.

Hoy ya no se confía en nadie; por eso a mis hijos y nietos les enseño la honestidad y honradez. Mis padres me guiaron por el camino recto, me enseñaron a decir la verdad, a respetar a los mayores. Mi mamá enseñaba a saludar, la sinceridad y a ser comedido, eso mismo les inculco a los míos.

Los conductores actuales y los antiguos

Antes, nuestros padres nos aconsejaban ser responsables. Ahora vaya a ver cuánto accidente hay por la irresponsabilidad. Los conductores antiguos eran mejores porque conducían con profesionalismo. Lamentablemente, muchos de los actuales no saben conducir.  Recomiendo a los nuevos transportistas que siempre sean respetuosos con sus pasajeros y compañeros. Que no compitan por el pasajero ni se enojen, ya que es una labor que requiere de paciencia y mucha responsabilidad.