Historia del resurgimiento del tranvía (Parte 4)

21 de junio 2023 10:42 por:

A partir de la década de los 80 (Siglo XX), cuando empezó a crecer la “ola verde” de cuidados, concienciación y respeto a la naturaleza, y como una alternativa de solución a la alta contaminación de las ciudades causada por los vehículos con motores de explosión que usan combustibles fósiles, varias ciudades decidieron rescatar el uso del tranvía.

Los ingenieros de las diferentes marcas lo modernización para ser usado en el transporte urbano, equipándolo con un motor eléctrico para que no produzca emisiones que contaminan el aire de las ciudades. Para los nuevos tranvías el trato en las calles sería diferenciado por llevar gran cantidad de gente en un solo viaje. Por ejemplo, los semáforos dan prioridad al tranvía que circula por su carril especial donde están colocadas las rieles. Este carril exclusivo permite menor tiempo de desplazamiento y los siniestros se reducen casi a cero.

Aunque, pueden ocurrir accidentes porque no faltan personas despistadas o que incumplen las normas vigentes o no alcanzan a comprender la peligrosidad que representa cruzar las rieles sin precaución. Es bueno saber que el tranvía ha podido resurgir casi del abandono y que es bienvenido a servir a las comunidades donde lo instalan.

Actualmente, a nivel mundial son muchas las urbes grandes o pequeñas que han aceptado esta opción para sustituir o disminuir el uso de buses con motor de combustión como: México, Valencia, San Francisco, Sevilla, Estambul, Múnich, Oslo, San Petersburgo, Bélgica, etc. Otro beneficio del tranvía es que los carriles y vías son más económicos que construir una vía y/o túneles y estaciones bajo tierra como el caso del subway.

Etimología de la palabra tranvía

El término es adaptación del inglés tramway = línea de carriles; voz compuesta de:

  1. tram= barra de madera o de hierro, carril, riel
  2. way= vía, camino.

El vocablo llegó a España vía Francia y lo recogió el Diccionario Oficial por primera vez en 1869. Al principio la palabra era femenina, pero el uso impuso el cambio, hecho que aceptó la Real Academia Española en 1884.