El problema empieza temprano en niños y jóvenes olvidados

Niños y jóvenes son víctimas del abandono de sus padres

07 de mayo 2025 3:39 por:

Crecer en un entorno de escasez económica, condiciones familiares inestables o ausencia constante de los padres, puede generar graves consecuencias al bienestar emocional y desarrollo integral de niños y jóvenes olvidados por sus parientes. La falta de recursos básicos, así como la carencia de apoyo emocional y educativo, crea un ambiente adverso que repercute en su autoestima, comportamiento y futuro.

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Uno de los principales problemas que enfrentan estos niños es el estrés tóxico, causado por la constante preocupación por la falta de alimentos, vivienda, ausencia de sus padres, seguridad o estabilidad familiar. La exposición a conflictos familiares, violencia o negligencia puede derivar en ansiedad, depresión y problemas de conducta que afectan su desempeño escolar y social. Sin un entorno seguro y de contención emocional muchos desarrollan dificultad para expresar sus emociones y gestionar sus frustraciones, lo que aumenta el riesgo de caer en comportamientos autodestructivos o delincuenciales.

La educación es papel fundamental en la vida de estos niños y jóvenes olvidados.

Un sistema educativo inclusivo y de calidad puede convertirse en su principal vía de escape hacia una vida mejor. Sin embargo, la realidad es que muchos enfrentan obstáculos como la falta de materiales escolares, hambre, agotamiento por trabajo infantil o responsabilidades en el hogar, lo que dificulta su rendimiento académico y su permanencia en la escuela o colegio. La falta de oportunidades educativas limita su desarrollo personal y profesional, perpetuando el ciclo de pobreza en el que han crecido.

Asistencia psicológica es un recurso crucial para mejorar su salud mental.

Un adecuado acompañamiento profesional les permitiría comprender y manejar sus emociones, fortalecer su autoestima y desarrollar habilidades sociales que les ayuden a enfrentar los desafíos de su entorno. Lamentablemente, en muchas comunidades de bajos recursos, la atención psicológica es escasa o inexistente, lo que deja a estos menores sin herramientas para superar sus problemas emocionales.

Es fundamental que tanto las instituciones gubernamentales como la sociedad en general trabajemos en conjunto para garantizar que todos los niños y jóvenes, sin importar su situación económica, tengan acceso a una educación de calidad y a servicios de salud mental adecuados. Invertir en su bienestar no solo transformará sus vidas, sino que contribuirá al desarrollo de una sociedad equitativa y empática. Brindarles apoyo emocional, educativo y psicológico es una responsabilidad que no puede seguir siendo ignorada.