El conductor honesto y responsable es bien recibido en todas partes

21 de octubre 2023 9:10 por:

Como en todas las profesiones, el trabajo de conductor exige mucho sacrificado y requiere características propias de su campo laboral: dedicación, preparación constante, visión de negocios, valores humanos como honradez, lealtad, disciplina, puntualidad y más.  

Para David Vivanco el sur del país ha sido su territorio de trabajo y vida en sus 60 años de existencia y 35 como conductor profesional. Su especialidad, desde el inicio, estuvo vinculada al transporte de productos agrícolas a varias partes del país.

En 1987 compró su primer vehículo para llevar tomate desde Catamayo a Guayaquil. El cuentapropista lojano recuerda esa época como próspera, no había muchos problemas como ahora y se ganaba buen dinero.

Con la finalidad de mejorar su negocio en 1992, Vivanco se traslada a Huaquillas: el emporio comercial de moda donde se vendía todo. Primero, se dedicó a comercializar limón, pimiento, tomate y otros productos agrícolas hacia Guayaquil. Luego, pasó a trabajar en la ruta más promisoria de esos años, transportando plátano, yuca, frutas y más, desde Manabí, Santo Domingo o Los Ríos para los consumidores peruanos que se peleaban el mercado huaquillense.

En su larga experiencia de transportista, también incursionó en la zona agrícola del cantón Zapotillo, productor de cebolla, tomate, pimiento, coco, ganado. Además, la época de maíz en Pindal es excelente o el arroz de Macará.

Vivanco reconoce que ha habido épocas de bonanza para los transportistas, bastante trabajo y condiciones favorables; sin embargo, muchos no supieron administrar esas buenas ganancias. Es consciente de lo difícil que ahora es trabajar en las vías, se requiere más esfuerzo, hay mucha la competencia desleal, fletes más baratos y el peligro acecha a cada instante.

Él, en más de tres décadas, ha hecho vida en la carretera, duerme, se alimenta y vuelve por poco tiempo al hogar. Comenta que dejar a los hijos, a la esposa en casa, a veces por largos períodos no es gratificante para un conductor. “La ausencia de la familia se siente y, además, los peligros en las vías hacen que en la actualidad el trabajo sea muy duro”. A pesar de todo, Vivanco se cree un conductor exitoso, feliz, con la misión cumplida. Está convencido que su profesión es la correcta.