24 de junio 2020 5:54 por: Maritza Guevara
A sus 50 años y nadie creería que tiene 5 nietos y tampoco que ES CONDUCTORA DE TRAÍLER. He aquí su historia: Salí de mi país en el 2001 buscando una nueva vida para mi familia. Mi primer trabajo fue limpieza y cuidar adultos. Junto a mi ex marido y mis tres hijos vivimos aquí por 13 años y decidí regresar a Ecuador.
Durante mi matrimonio de 29 años, aprendí sobre el transporte, porque mi ex esposo es transportista y trabajó en España. Aprendí mirándole, él me decía: “aprende esto algún día te va a servir”. Reconozco que gracias a su empuje y su dedicación aprendí. Si tenía miedo porque estos son “unos bichos inmensos”; sin embargo, me daba tiempo trabajando el día y estudiando la noche en la autoescuela para obtener mis carnés. Fue complicado: primero obtuve el equivalente a Sportman, luego para autobús y camión rígido. Al final, cuando vi que si puedo decidí ir por el tráiler. Estoy manejando desde hace unos 11 o 12 años. Empecé con él como “tironera” o segunda conductora.
Cuando me divorcié en Ecuador, mis hijos estaban ya viviendo sus propias vidas en España. Entonces regresé y, desde hace tres años volví a subirme a los camiones y lo hice sola. “Si Dios me permite lo lograré” me dije y envié mi curriculum por internet a la empresa de transporte Lucena Martín. Pensé que sería complicado por ser mujer. A los dos días me llamaron y el que era mi jefe me dice: “me puedes poner con el conductor candidato”; le dije que la interesada soy yo; él dijo: “Ah vale, mira que es raro que una mujer sea camionera”.
Cuando me dieron la ruta fue de 8 días de viaje y todo el tiempo la pasé rogando a Dios que me guie en mi primer viaje sola. Ahora trabajo para Ainomartrans S.L. está en Granada donde vivo. Se dedica al transporte internacional de naranjas, limones, sandías o futas de temporada. Hace un mes terminamos la campaña del limón y la naranja que se transporta desde Murcia hacia Italia.
Inicio del trabajo
Salgo de mi empresa a las 6 de la tarde y tengo 3,5 horas para llegar al sitio donde cargo el camión con 33 pallets (aprox. 23 mil kilos). Luego, tengo de disponibilidad 15 horas. Salgo aproximadamente a las 11 de la noche y conduzco hasta las 3 de la madrugada y paro a descansar en el área que me quede en el camino. Debo cumplir lo que señala el disco del tacógrafo pues la Guardia Civil controla los tiempos de conducción y de descanso. Luego, de Murcia al Puerto de Barcelona tengo 11 horas de conducción; llego a las 7 de la tarde. Espero en la fila para embarcar tipo media noche junto con 100 a 120 camiones para navegar sobre el Mar Mediterráneo rumbo a Italia durante 22 horas, tiempo que paso en mi camarote. Llego al puerto de Italia tipo 10 de la noche y me toca conducir a esa hora porque debo acercarme a los sitios de descarga cumpliendo la indicación de descansar cada 45 minutos. Arribo al lugar de descarga tipo 6 de la mañana y luego de descargar debo parar nueve horas obligatorias para dormir.
Luego, me señalan la ruta de retorno que bien puede ser por barco o por tierra. La mayoría de veces regreso por carretera y me lleva 3 o 4 días. Transporto para Francia (Lion, Montpelier, Burdeus, etc.). Cuando entro a España me buscan carga para Granada. Todo este periplo representa unos 8 días de viaje y cerca de 5 mil kilómetros por tierra. Una vez recorrí 11 mil kilómetros porque “doblé” y estuve 15 días fuera de casa. Yo viajo sola.
El profesionalismo es mi guía
Debemos llevar a raja tabla los tiempos de conducción impuestos. No puedo incumplir especialmente cuando se trata del sueño. Si se que voy a conducir toda la noche duermo toda la tarde. Es fundamental descansar para rendir bien. Mi cuerpo debe estar descansado. La monotonía se vence concentrándose en lo que se hace.
El hecho de llevar este vehículo requiere de muchísima responsabilidad. Para que haya una buena conducción debo cumplir las reglas y normas. Por ejemplo yo se que con este traíler no puedo exceder una velocidad determinada en una cuesta abajo., (a velocidad máxima permitida es 90 km/h). Cuando el camión va muy pesado tiende a chorrearse (empujar), entonces ahí está mi responsabilidad, debo entrar en la cuesta abajo con velocidad baja.
Soy así: prudente y segura
También hay que cumplir con los tiempos de conducción, los de descanso que es lo principal y los distanciamientos. Es complicado en las carretas con los vehículos pequeños porque se cruzan o paran de golpe sin darse cuenta que es complicado parar súbitamente el camión porque la carga no lo permite. Por eso hay que conducir con los cinco sentidos. Si usted no cumple las normas, tiempos y no respeta velocidades tendrá un accidente porque va “sin sentido por la carretera”.
Mis compañeros de viaje
Mi compañía es Dios y mi música. No puedo ir sin mi música ecuatoriana que aunque me da nostalgia, me llena de orgullo. Todo el tiempo escucho ya sea cumbia, pasillos, rockolera, chichera, de todo.
Su mensaje a l@s compañer@s
La vida da oportunidades a las mujeres de realizar este trabajo y lo hacemos muy bien. Creo que el sexto sentido nos apoya para actuar con más prudencia. A mis compañeros hombres les agrada mirar a una mujer conduciendo porque ellos saben bien cuán difícil y dura es la vida diaria en un camión, y mucho más para una mujer que requiere más cuidados.
A las compañeras camioneras les digo que debemos estar orgullosísimas de lo que hacemos porque es un reto tan bonito aunque difícil. Les envío toda la fuerza del mundo porque estamos al frente de un traíler y hemos demostrado que lo podemos hacer. ¡Somos unas guerreras!
La maniobra más difícil es cuando me toca un muelle en el cual tengo muy poco espacio y hay que hacer muchas maniobras para no golpear a otros camiones. A veces tengo que meter el camión entre dos en un espacio estrecho. Yo me subo y me bajo del carro las veces que sean necesarias para estar segura de lo que hago. También es duro descargar el camión en zonas urbanas.
Me siento orgullosa de representar a mi país en Europa porque en todo lado donde me presento les digo: “soy orgullosamente ecuatoriana”.