Transportación pesada del Azuay en el limbo

13 de marzo 2017 11:17 por:

Por Dr. Freddy Maza
CUENCA

“En Azuay el parque automotor pesado está sobresaturado; al respecto, formulamos un llamado a los organismos competentes para que realicen un análisis minucioso con la finalidad de controlar el número de unidades que se importan. Si bien es cierto, todos tenemos derecho al trabajo, el número exagerado de automotores ha deteriorado el  mercado de carga y la situación del sector al cual me pertenezco por más de 50 años es lamentable”, sostiene con vehemencia Diego Ortiz Lazo, gerente de la empresa CITEP.

“A los factores que repercuten negativamente en la transportación pesada, hay que añadir otros que están golpeando la economía de los ciudadanos como las salvaguardias y los nuevos impuestos creados, los cuales ha ocasionado la quiebra de varios negocios, y en consecuencia, la disminución de nuestros potenciales clientes.

“En Cuenca existen dos grandes concesionarios de vehículos pesados: Indusur y  Jac, ellos han tratado de realizar negociaciones con CITEP para cambiar unidades; lamentablemente, el poco trabajo y la disminución de importaciones hacen imposible la renovación, pues atravesamos momentos difíciles. Cuando se consigue carga, el valor del flete oscila entre USD 650 y 700; pero, la exagerada competencia obliga a bajar estos costos, lo cual significa una mínima ganancia; a esto hay que añadir el mantenimiento de la unidad, repuestos, lubricantes, neumáticos, etc.

“Este panorama empeora por la proliferación de la piratería, que pide fletes ínfimos. Lo lamentable es que trabajan a vista y paciencia de las autoridades que no frenan esta irregularidad. Los piratas, sin ningún inconveniente, ingresan y salen del Puerto Marítimo de Guayaquil”, afirma con enfado.

“Se avizora un horizonte incierto cuando inicie su trabajo el oleoducto que está a punto de hacerlo y que provocará a que cientos de unidades que transportan combustible, dejen de hacerlo y tengan que cambiar su permiso de operación por carga con plataforma, saturando aún más el mercado de los pesados del Sur del país.

“A todo esto se suma el hecho que Cuenca es la ciudad donde más impuestos se paga: tasas, chequeos, etc., rubros que lesionan nuestra economía. Los que llegan de otros lugares no tienen que cubrir estos pagos ni se someten a control alguno.

Ortiz enfatiza que la alternativa para superar esta problemática es ejercer un control riguroso a todos los vehículos que ingresan a la ciudad. Al respecto, la EMOP ha emitido una norma que obliga que todo vehículo que ingrese a Cuenca debe contar con el documento que avale haber pasado el control por Cuenca Aire.

Finalmente, Ortiz formuló un llamado al Gobierno a nombre de sus compañeros de la transportación de carga pesada, para que ya no se creen más impuestos; que las leyes sean claras; que haya un control drástico de la piratería y que ya que se supriman las salvaguardias. En definitiva, “que nos den las garantías para trabajar con precios justos en un medio donde lo legal prime”.