07 de septiembre 2020 3:44 por: Redacción Buen Viaje
Alóag
Reunidos en el Obelisco de Alóag el pasado sábado 5 de septiembre, varios miembros del transporte pesado de Mejía, a quienes se les unió más transportistas cansados de tanto abuso, decidieron realizar un plantón para exigir que la CTE se retire de la vía Alóag –Santo Domingo debido a supuestos excesos de corrupción de varios de sus malos elementos.
Testimonios y reclamos.
Es un acoso interminable de parte de los de la CTE, hay mucha sin verguencería, mucho descaro. A mi vehículo que tiene todo en regla pues está matriculado, bien cargado, encarpado, a la altura de La Virgen me siguió el patrullero de la CTE, le di todos los documentos, pero me dijo “te voy a dar una boleta”; ¿por que? le pregunté; porque me caíste mal me dijo el agente. Me fui hacia atrás a pedirle que me ayude que no hay razón para multarme, que considere que no hay dinero y que me explique que está mal: luces, carga, frenos, etc. Saqué un billete de USD 20 y le di; pero cuando lo vio, me dio: “estás loco”. Le di 40 y me devolvió la licencia.
“Plaquean” los camiones
A lo largo de la vía suben plaqueando los carros; es decir registran las placas en sus celulares, toman foto de la placa y le envían al compinche de más adelante, para que actúe con algún pretexto. También, abusando de su derecho de revisar los sistemas de datos de la CTE, revisan como está el carro y sacan toda la información que les puede servir para multarnos y le buscan el mínimo pretexto para caernos con multas. A un primo le sacaron 400 dólares!!!
Hasta a la media noche molestan.
El otro día salíamos en convoy de 10 carros y un camión estaba con las luces de freno apagadas. Por el camino nos siguió un agente de la CTE con la moto y nos paró el convoy a la media noche, cuando es tan inseguro. Como dueño del camión me acerqué a preguntarle porque nos paraba a esas horas y me dijo: “contigo no tengo nada que hablar, retírate”. Mi chofer trató con el y le tuvo que dar 25 dólares.
Nos tratan como a delincuentes
Nos siguen como delincuentes desde el año pasado que están a cargo de la vía Alóag – Santo Domingo. Todos los días es la cacería de brujas. Ya estamos cansados de ser tan maltratados. Ningún chofer y/o dueño de camiones se salva, todos hemos caído con ellos. Es una locura.
Les obligan a pagar.
“Si te doy la boleta, tienes que pagar Juez, garaje, abogado, y más; mejor págame los 300 y te libras de todo”, palabras más, palabras menos, son las frases que escuchan de los malos agentes. Los conductores ya no saben que hacer con tanta sirvergüencería y abuso, algunos transportistas están perdiendo la paciencia, se están cansando, y tal vez, algo grave ocurrirá. En Machachi, la gente está muy molesta.
Cualquier pretexto vale.
Llantas, extintores, luces, carpas, placas, cinturones de seguridad y hasta se inventan; por ejemplo: sobre la palabra Jesús le pusieron un polarizado pequeño de adorno en un tráiler, y la multa fue porque el polarizado necesita permiso para colocarlo. El conductor le dijo que lo va a sacar ese momento, pero el agente no lo aceptó y le pidió dinero para hacerle pasar; 25 dólares tuvo que darle.
Pruebas hay muchas
Tenemos grabaciones de voz, fotos y hasta videos de como le dejan la plata en la moto o como se les entrega la plata a los de la CTE, pero nadie dice ni hace nada. Nuestros representantes se quedan cortos, solo se preocupan de lograr negocios para su propio beneficio y, a nosotros, los que estamos en la carretera no nos toman en cuenta. Nos consideramos huérfanos, sin líderes que nos apoyen. Por eso nosotros mismos, tenemos que ver como defendernos, no tenemos representantes que peleen por nosotros. Estamos decepcionados, sin fletes, y los de la CTE nos buscan de todo; en Guayaquil están listos para caernos por lo mínimo. Son intratables, intransigentes.
Nadie ve por nosotros estamos con poco trabajo, la pandemia nos ha dejado mal, y hasta los de la CTE nos amenazan con llevarnos presos si no les damos la plata. Yo he tenido que darles hasta USD 500, dice Edwin, un camionero que tuvo la valentía de contarnos su historia. Tienen que esconderse para denunciar pues tiene miedo a las represalias.