El transporte de pasajeros: su economía está golpeada

La realidad refleja que su economía está golpeada.

20 de diciembre 2024 9:00 por:

Su economía está golpeada pese a que el transporte de pasajeros y de bienes es fundamental para el desarrollo económico del país, crear empleo y conectar ciudades y regiones, pero sobre todo conectar personas. El transporte es la base fundamental de la movilidad para la ejecución de las actividades urbanas y rurales. En Ecuador este principio básico no se siente y no se materializa porque autoridades, operadores y ciudadanos no estamos conscientes de que la movilidad, el transporte y el tránsito son derechos sociales y áreas estratégicas del Estado y la sociedad.

Esta falta de conciencia hace que las autoridades no se concentren en regular en favor de los ciudadanos, sino a favor de sus intereses y de los de diferentes gremios que, al final, constituyen un soporte político para esas autoridades. Los operadores, por su parte afirman que su economía está golpeada, pero no están conscientes de la importancia de su rol en la sociedad y en el desarrollo económico de cada ciudad, parroquia o provincia. Los usuarios y la sociedad se ven cautivos de esta incomprensión mientras constatan que la economía y la tecnología no esperan y siguen su paso acelerado dejando una estela de insatisfacciones, frustraciones y desequilibrios.

Pese a constatar que la tecnología del transporte cambia año a año podemos destacar que aún se importan buses y camiones EURO III con tecnología de los años 90’s, mientras otros quieren dar un salto tecnológico a EURO VI y eléctricos sin contar con estructura física, legal, administrativa y financiera, sólo con un ideal sin fundamento ni planificación.

Por otra parte, el COVID-19 cambió la forma de la movilidad y por tanto cambió la estructura financiera y tarifaria. En muchas ciudades aún no se llega a los equilibrios de oferta y demanda del año 2019 y, en otras se perdió la demanda entre el 10% y 14% de forma definitiva. A esto se junta de forma colateral la deserción escolar y la muerte de personas en edad productiva. Estos factores afectaron a los componentes sociales que viven del transporte lo cual está generando el incremento del fraude, la evasión y la insostenibilidad financiera en muchos casos.

Lo que esperamos en servicio urbano
Esto es lo que esperamos en el servicio urbano

A pesar de que todo lo mencionado es de dominio público, en especial para tres actores de la movilidad: Autoridad, Operadores y Ciudadanía, que las soluciones mostradas son incipientes, y por tanto, encaminar políticas económicas, sociales y medioambientales para ir a una movilidad sostenible se vislumbra como un sueño o un reto difícil de alcanzar.

Gobiernos, operadores y ciudadanos como los de Quito, Guayaquil, Cuenca, Loja y Santo Domingo, están avanzando con sacrificios fundamentalmente financieros, pero no estructurales. El Metro de Quito ayudado por el Estado; Metrovía de Guayaquil con esfuerzo conjunto de Municipio y un grupo de operadores; el Tranvía de Cuenca con apoyo del Estado, la Municipalidad, pero sobre todo de la Cámara de Transporte de Cuenca (CTC) integrada por los operadores cuencanos desde el año 2000. El SITU de Loja, de igual manera, con un trabajo conjunto de la Municipalidad y los operadores. Actualmente, la implementación de los sistemas SIR y SAE de Santo Domingo son producto del esfuerzo único de los operadores del Consorcio MIO, un fuerte apoyo municipal anterior y un timorato apoyo actual.

Todos los otros municipios y operadores están a la espera de los resultados de estas 5 ciudades para dar -ojalá- los pasos respectivos. Algunos han manifestado “VER PARA CREER”… mientras los ciudadanos se debaten entre la necesidad de transportarse dentro de un sistema al que le falta mucho para mejorar la calidad de servicio.

Inversiones públicas y privadas planificadas, planes de movilidad con participación ciudadana, capacitación de municipios y de operadores, leyes y reglamentos técnicos, constituyen ejes fundamentales para crear ciudades sostenibles, eficientes y equitativas.

Vemos que algunos factores regulatorios no han caminado desde finales de los 90’s. La política tarifaria sigue siendo politiquería que no permite que exista metodología para la planificación futura de la movilidad. No se invierte en capacitación pública y privada; pero sobre todo, no hay compromiso de autoridades y operadores ante los requerimientos sociales y económicos para el desarrollo de las ciudades en base al transporte, tránsito y seguridad vial.

Se requiere de una gobernanza renovada y ágil, un compromiso social de todos los actores, reglas claras y duraderas en el tiempo, un buen sentido común y honestidad para utilizar los recursos materiales y humanos del sector y crear una hoja de ruta a corto, mediano y largo plazos.