19 de abril 2023 12:00 por: Janeth Cruz
Alausí • BV 158 abril-mayo 2023
Hasta el cierre de esta edición (31 marzo), la cifra de fallecidos por el gran deslizamiento de tierra que se produjo el 26 de marzo en Alausí (Chimborazo), se elevó a cerca de 60, según datos oficiales de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos. A 72 horas del trágico hecho, las autoridades contabilizaron 67 personas desaparecidas, número que ha variado a diario.
La temporada invernal complicó las labores de búsqueda que se suspendían y se reanudaban en al menos cinco barrios que fueron sepultados por toneladas de lodo y escombros. A los muertos y desaparecidos se suman 33 heridos y 32 personas rescatadas. Hay 163 casas afectadas y 57 destruidas.
Varias instituciones a nivel nacional han acudido en apoyo a los damnificados abriendo centros de acopio para recibir donaciones provenientes de todo el país.
Lo ocurrido fue un desastre anunciado.
Alcalde, concejales, prefecto y demás autoridades locales y provinciales conocían bien, desde hace mucho tiempo, de la inminente situación y gran riesgo de deslizamiento. ¿Por qué, a pesar de las alertas de peligro por la inestabilidad del terreno, se otorgaron permisos de construcción y se promovió la habitabilidad? ¿Por qué el uso del suelo en esa zona tiene carácter de urbanístico?