20 de diciembre 2024 5:38 por: Arq. Rodrigo Torres
BV 168 Dic - Enero 2025 • Quito
Gobiernos, operadores y ciudadanos como los de Quito, Guayaquil, Cuenca, Loja y Santo Domingo, están avanzando en la modernización del transporte urbano, con sacrificios fundamentalmente financieros, pero no estructurales.
El Metro de Quito ayudado por el Estado; Metrovía de Guayaquil con esfuerzo conjunto de Municipio y un grupo de operadores; el Tranvía de Cuenca con apoyo del Estado, la Municipalidad, pero sobre todo de la Cámara de Transporte de Cuenca (CTC) integrada por los operadores cuencanos desde el año 2000. El SITU de Loja, de igual manera, con un trabajo conjunto de la Municipalidad y los operadores. Actualmente, la implementación de los sistemas SIR y SAE de Santo Domingo son producto del esfuerzo único de los operadores del Consorcio MIO, un fuerte apoyo municipal anterior y un timorato apoyo actual.
Todos los otros municipios y operadores están a la espera de los resultados de estas 5 ciudades para dar -ojalá- los pasos respectivos. Algunos han manifestado “VER PARA CREER”… mientras los ciudadanos se debaten entre la necesidad de transportarse dentro de un sistema al que le falta mucho para mejorar la calidad de servicio.
¿Cómo crear ciudades sostenibles?
Para lograr la modernización del transporte urbano, inversiones públicas y privadas planificadas, planes de movilidad con participación ciudadana, capacitación de municipios y de operadores, leyes y reglamentos técnicos, constituyen ejes fundamentales para crear ciudades sostenibles, eficientes y equitativas.
Concluyendo el análisis
Vemos que algunos factores regulatorios no han caminado desde finales de los 90’s. La política tarifaria sigue siendo politiquería que no permite que exista metodología para la planificación futura de la movilidad. No se invierte en capacitación pública y privada; pero sobre todo, no hay compromiso de autoridades y operadores ante los requerimientos sociales y económicos para el desarrollo de las ciudades en base al transporte, tránsito y seguridad vial.
Se requiere de una gobernanza renovada y ágil, un compromiso social de todos los actores, reglas claras y duraderas en el tiempo, un buen sentido común y honestidad para utilizar los recursos materiales y humanos del sector y crear una hoja de ruta a corto, mediano y largo plazos.