23 de febrero 2024 5:31 por: Carlos Navarrete
BV 163 Febrero-Marzo 2024 • Lago Agrio
“Soy Wilson Acosta, conductor de transporte pesado, voy por las carreteras del Oriente y a nivel nacional junto con mis compañeros atravesamos las vías ecuatorianas”, dice.
Acosta tiene 65 años y 45 de ellos dedicados a la conducción de vehículos pesados. Vino a Lago Agrio desde la provincia de Chimborazo a la edad de 20 años y, desde entonces, ha recorrido todo tipo de carreteras con viajes hacia al interior del país con carga diversa como materiales de construcción, especialmente bloques de gran salida en Lago Agrio.
“Las satisfacciones que me ha dado esta profesión son la tranquilidad de vivir con este medio del transporte y ser agradecido con lo que Dios me da para así seguir luchando hasta los últimos días”, dice con su voz fuerte y clara, mientras aguarda ser contratado para llevar carga, en la avenida Petrolera de Lago Agrio, donde hacen fila una docena de vehículos listos para cumplir un ofrecimiento de carga.
Todos sus años como conductor los realizó en Lago Agrio transportando hacia el interior del país, en especial a Santo Domingo de la Tsáchilas, llevando palma de aceite y trayendo materiales de construcción como adoquines, cemento y bloques, hacia la provincia de Sucumbíos. “Con estos materiales, mis compañeros de la Cooperativa Trans Teteye, contribuimos al desarrollo urbanístico y rural de este Lago Agrio que tanto quiero”, nos dice alegremente.
Vive en Lago Agrio con su esposa y una hija. Sus hijos mayores trabajan en Guayaquil y Manabí. En su vida de conductor nunca tuvo accidentes salvo asaltos en la vía, “que ocurrieron sin mucho peligro ni hubo daños, con la ayuda de Dios”, concluye.