21 de octubre 2020 10:09 por: Maritza Guevara
BV 143 - Octubre/Noviembre 2020 • Quito
Los carroceros ecuatorianos dueños de una herencia de emprendimiento, innovación, inventiva, asociatividad, diseñadores natos de soluciones en beneficio de los usuarios del transporte, creadores de fuentes de trabajo, formadores de personal calificado y muchos otros aspectos que apuntalan a este sector tan importante, está pasando por momentos muy difíciles.
En el otro lado están los municipios y prefecturas empeñados en proveer sistemas de movilidad urbana y rural sustentable, con ofrecimientos de corredores exclusivos, rutas que abarquen todo su territorio, con contratos de operación que aseguren un servicio digno a los usuarios; pero que, en la actualidad no tienen fondos para implementarlo.
Tenemos también todo un sistema de transporte anclado a una tarifa represada con algunas excepciones y con Tiempos de Vida Útil (TVU) de unidades superiores a los 20 años que hacen que la rotación de unidades nuevas sea cada vez menos frecuente. Aquí surge un nuevo actor: una legislación que promueve la motorización eléctrica.
Estos antecedentes expuestos son simplemente algunos de los más visibles, pero no necesariamente los más importantes que hacen ver una contraposición entre las políticas npúblicas de incentivo a la producción nacional y la movilidad sustentable que por estos tiempo de pandemia, simplemente no es posible darle impulso.
Momento adecuado para apostar por cambios.
Frente a esta situación local, es momento de aprovechar esa herencia del sector carrocero para generar nuevas propuestas que trasciendan las fronteras, carrozando nuevas tecnologías de transporte apoyándose en asociaciones estratégicas necesarias. El sector carrocero ha demostrado su valía; es hora de que las autoridades tomen a su cargo la promoción de esta industria en el exterior y tracen una hoja de ruta para transformar un importante sector generador de empleo, en uno generador de divisas a través de la exportación. Los industriales carroceros también deben organizarse.
La movilidad urbana sustentable no es simplemente cambiar a motorización eléctrica, aún queda mucho por recorrer con motores de combustión, pero ese plazo debe ser aprovechado para reinventarse con el apoyo económico de Financiamiento Climático (estrategia de financiamiento que están manejando los Min. de Ambiente y Finanzas para ubicar recursos para la descontamización ambiental proveyendo mejor tecnología a los vehículos), pues no se descontamina únicamente con el uso de transporte de cero emisiones, sino también con su fabricación.