19 de agosto 2020 6:28 por: María Mogollón
Edición 142 - Agosto 2020
Sobre la situación que vive el país conversamos con el Sr. Luis Mosquera, presidente de Imetam C.A., empresa metalmecánica dedicada a la fabricación de carrocerías metálicas para el transporte de pasajeros:
En nuestro país se ha despilfarrado el dinero en compras inútiles como los radares chinos para las fronteras que nunca sirvieron o la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair que está en alerta roja por efecto de las erosiones pues jamás consideraron que no se puede cambiar a la naturaleza. Estos son solo dos ejemplos.
Hoy, con la pandemia constatamos lo mal que está el país. Considero que era necesario el confinamiento pero máximo por dos semanas. Durante ese tiempo se debió buscar asesores correctos en todas las ramas: médicos, abogados, militares, fuerzas armadas, defensa civil, marina, bomberos, prefectos, alcaldes etc., y afrontar la pandemia desde todos los ángulos.
Así organizada la sociedad se hubiera impulsado al empresario a que continúe con la producción. Nunca se debió haber parado las industrias, porque generan trabajo y dinero. Recursos que van al Iess por la afiliación y también al bolsillo de las familias de los empleados, trabajadores, proveedores, artesanos del campo y la cuidad.
El dinero del sueldo es como el agua que riega el terreno para que los frutos crezcan y el agricultor vende su producto. Cuando escasea el agua las plantaciones se debilitan y la producción se pierde. Eso sucede cuando se cierra la industria en donde se han suprimido miles de puestos de trabajo. Critican que la gente salga a la calle durante el confinamiento, pero cómo no va a salir si el padre de familia llega a la casa llorando porque se quedó sin trabajo. Ese trabajador despedido sin recibir un desahucio, sale a la calle a buscar trabajo de lo que sea, sólo o con su familia a vender alimentos, mascarillas, útiles de aseo, zapatos, ropa, pollos, huevos, etc, etc.
Autorizaron que trabaje sólo el sector de alimentos, farmacia, centros comerciales, bancos, restaurantes, panaderías, pero las industrias tuvimos que cerrar. Para dar un ejemplo, en ésta Empresa carrocera Imetam trabajan 30 personas, adecuamos un lugar para hospedaje con camas, camerinos, comedor y todo lo necesario para proveer las facilidades para trabajar puertas adentro y evitar el contagio. Pero después de tres meses de paralización, ¿como continuar? si nadie ordena trabajos, ni compra nada como: cabinas de protección de conductor, arreglos de carrocerías, pintura. Tener a una empresa sin facturación por tanto tiempo es una crueldad, nadie la soporta.
Hemos buscado apoyo financiero para soportar esta crisis extremadamente fuerte, pero seguimos esperando alguna mejora para reactivar la productividad. Solicitamos crédito a los bancos privados pero las condiciones no son favorables y con muchas exigencias, considerando que mantenemos ésta empresa por más de 40 años.
Mientras pasamos por todo esto, han crecido innumerables sistemas de robos, extorsiones, corrupción incontrolable. ¡Es una barbaridad! Qué pena que da la situación grave que está viviendo nuestro país.
Duele habernos esforzado durante tanto tiempo y haber modernizado esta empresa para ofrecer un producto de calidad garantizado a los transportistas, buses confortables, cómodos y de larga durabilidad. A nuestro personal les hemos dado un trabajo especializado, estable, seguro, cumpliendo con sus derechos. Hemos aportado y contribuido con todas las obligaciones con el Estado.