21 de diciembre 2020 8:59 por: Maritza Guevara
2021 • BV 144- Diciembre/Enero 2021
Hemos comprobado que en la vida existen imprevistos o contratiempos que, cuando menos lo pensamos, se interponen y frustran nuestros planes. En marzo de este año, la pandemia llegó a nuestras vidas sin avisar, desmoronando todo lo que nos parecía cotidiano, permanente y habitual.
Para la mayoría significó mucho más que “una piedra en el camino”, porque a su paso se llevó trabajos, negocios, seguridad, estabilidad y, en dolorosos casos, vidas humanas.
La pandemia transformó nuestras vidas y nos obligó a aprender y reinventarnos en formas que jamás hubiéramos imaginado. Nos vimos invadidos por supuestas “nuevas normalidades” que no son necesariamente las “mejores normalidades”. Ahora estamos restringidos, no solo en el plano económico o laboral, sino también en los afectos al estar obligados al distanciamiento.
Antes de marzo de 2020, sabíamos dónde sentirnos seguros. A finales del 2020 vemos cómo muchos -o todos- de nuestros proyectos se cancelaron o pospusieron sin una fecha concreta: perdimos trabajos, negocios, la economía cayó a un abismo y a corto plazo no se vislumbra un cambio de situación. Lo único cierto, es que todo no será como lo conocíamos.
Ante este escenario inédito en nuestras vidas y un futuro que no se puede prever, ya no es válido reproducir lo que había, ni hacer las cosas de la misma manera. Por eso, ahora tenemos la oportunidad de reflexionar en cómo queremos vivir el resto de nuestras vidas; evaluar nuestros intereses y revisar nuestra escala de valores. En otras palabras, nos desafía a cambiar.
Aunque en estos momentos nos resulte difícil imaginar el día en que la pandemia del coronavirus sea un recuerdo del pasado, una de las grandes cualidades de los seres humanos es la capacidad de sobreponerse a la adversidad, volver a ponerse de pie y empezar de nuevo.
Revista BUEN VIAJE también trabaja en ello, codo a codo con nuestros clientes, lectores, amigos y colaboradores. A pesar de las restricciones, no perdemos la esperanza en la capacidad de los seres humanos para trabajar conjuntamente por un futuro común. Un futuro que considere el respeto a la naturaleza que tanto mal a recibido de cada uno de nosotros.
Es nuestro deseo que el 2021 nos permita fortalecernos, apoyarnos más que antes y así continuar llenos de alegría.