Toda denuncia exige pruebas

29 de abril 2017 11:15 por:

El Municipio de Quito, con el fin de hacer cumplir los estándares de calidad que convino con los transportistas urbanos a cambio de la entrega del subsidio mensual, instauró un sistema de denuncias que permite que el usuario pueda informar sobre malos tratos en los buses.

 

Por Ana María Moncayo
QUITO

 

El economista José Santamaría, presidente de la Cámara de Transporte de Quito que agrupa al 70% de empresas de transporte urbano de pasajeros y de transporte masivo, nos recibió para tratar el procesamiento de denuncias que se presentan contra los choferes urbanos en el ejercicio de su trabajo y sobre el parque automotor de la ciudad.

Nos indicó que en el caso de denuncias por parte de los usuarios, tales como: que se encuentre correteando el bus o por maltrato a los pasajeros, el Municipio recepta todas las denuncias, pero estas deben tramitarse y resolverse en función de las pruebas que los usuarios presenten. No es posible sancionar a un chofer ni a la operadora por una denuncia que no esté sustentada con la respectiva prueba

Santamaría también nos dijo que existe un proceso de control de pasajeros por parte de los fiscalizadores del Municipio de Quito que consiste en verificar que los controladores de los buses entreguen los boletos a los usuarios. En caso de encontrar una inconsistencia entre los boletos entregados y el valor recaudado o comprobar que los controladores no entregan los boletos a los usuarios, los fiscalizadores presentan la denuncia respectiva y la cooperativa o compañía de transporte es multada. (Se conoce que las sanciones llegan hasta el no pago de un mes del subsidio que corresponde a la unidad sancionada).

Estándares de calidad

También le preguntamos sobre el estado del parque automotor; es decir, si los buses cumplen con los estándares de calidad necesarios para brindar un servicio adecuado.   Al respecto, señaló que la mayoría de buses cumple con la norma especificada por el Municipio, pero que los requisitos exigidos pueden variar de año a año, lo cual significa que los propietarios de los buses deben hacer modificaciones en las unidades lo que no siempre es posible dada la situación económica del país.

Por ejemplo, las dimensiones de las puertas de acceso, en el 2012 tenían una medida y en el 2016 otra. Modificar el tamaño de la puerta representa un gasto que no todos pueden cubrir. Lo mismo sucede con el tipo de asientos, el tamaño de las ventanas, el tipo de vidrios, las rampas de acceso. Además, señala que los usuarios no cuidan los vehículos y el desgaste debido a esta mala utilización deben cubrirlo los propietarios.

Finalmente, afirma que si se quiere mejorar la calidad del transporte público, esa tarea no radica únicamente en los dueños o los choferes, sino que todos los actores involucrados deben apoyar; esto es: usuarios, autoridades y transportistas.