22 de agosto 2023 9:00 por: Ana Maria Moncayo
BV 160 agosto-septiembre 2023 • Quito
Las motocicletas son rápidas, no consumen mucho combustible, fáciles de parquear y vencen el lento tráfico vehicular. En el Ecuador siempre ha habido motocicletas; pero, a raíz de la pandemia su número se incrementó.
Principalmente, se convirtió en una herramienta de trabajo para entregar pedidos a domicilio; y, los usuarios consideraron más seguro movilizarse en motocicleta que en transporte público para evitar contagios de COVID. Según cifras de la Aeade en 2020 se vendieron 130.000 motocicletas; en 2021, 164.000 y en 2022, 182.000.
Las motocicletas han aumentado y, en consecuencia, incorpora una nueva dinámica en la circulación vehicular. Hay muchísimas más motos, con nuevos conductores, muchos muy inexpertos. Estudios indican que en un siniestro el motociclista tiene 28 veces más posibilidades de morir que los ocupantes del vehículo.
Hay motorizados imprudentes: se atraviesan entre los carros, se ponen en el carril más rápido y obstaculizan el tránsito y hasta desafían a los automóviles, buses y demás vehículos jugando con la velocidad y agilidad de las motos.
Según cifras de la ANT, las motocicletas están involucradas en el 23.06% de los siniestros; una cifra alta si la comparamos con los porcentajes de autobuses (4.67%) y de vehículos (32.1%), sin olvidar que el número de motos que circulan es inferior.
Sólo en 2023 han ocurrido 2.529 siniestros donde se involucran motocicletas, ocasionando 2.980 lesionados y 309 fallecidos.
Conducir una motocicleta puede ser una experiencia divertida. Pero, incluso si llevan casco los motociclistas tienen todas las de perder en un accidente. Entonces ¿por qué se arriesgan tanto?