21 de diciembre 2020 9:00 por: Luis Ruiz
BV 144 - Diciembre . Enero 2021 • Guayaquil
En especial, el monopolio en el que incurren las navieras que completan la cadena de servicios y los dejan en el limbo a sus compañías debidamente establecidas. “Esto ha llevado que exista una competencia terrible de parte de las navieras y del Puerto que ofrecen los servicios de transporte de carga y nos encontremos con unidades completamente paradas por días sin moverlas”, manifestó Wimper Moreno, experto dirigente del transporte pesado.
Nuevas empresas por montones
“Estas empresas que trabajan paralelamente con las navieras, también crearon compañías de transporte de carga pesada y ofrecen el servicio a las exportadoras de banano y así dejan a muchas operadoras sin trabajo al ofrecer el servicio completo”, agregó Moreno para quien uno de los factores determinantes para esto es la facilidad con la que cualquier individuo crea una compañía. “Antes éramos 50 ó 100, ahora son miles las compañías constituidas ya que para crearlas solo necesitan dos personas, un plan de trabajo, cédulas y una “posible flota vehicular” que tendrían cuando se les otorgue la resolución para constituirse avalada por la ANT”, añadió.
“Luego, el SRI les entrega el RUC y ya pueden facturar. Por eso hay montañas de compañías con un solo carro, compañías de papel que destruyen nuestro trabajo”, continuó, quien clama porque se modifique esa ley. “Nosotros lo pedimos, pero cambian tan seguido al director de la ANT, que debemos volver empezar de cero”, dijo el dirigente.
Pero, pese a las vicisitudes, Moreno es un guerrero y lucha por su gremio. Plantea seguir una demanda a estas empresas de papel y buscar un mecanismo que les impida ofrecer un servicio que no les compete. “Hacer nada es lo peor, somos optimistas al luchar por lo que creemos justo. No es posible que el poder económico esté por encima de nuestros derechos. Puertos, navieras, patios están dejando sin trabajo a miles de transportistas”, cerró el dirigente.
Por su parte, Jairo Tenelanda, transportista de un grupo que completa la cadena de servicios, pero que también estuvo en la orilla contraria cuando trabajó para una pequeña compañía, manifestó que se debe buscar la forma de no perjudicar y conciliar entre las partes, para que cada uno haga su labor y no interfiera en otro campo que no le compete. “El cliente es el que ganaría ya que cada uno en su oficio puede ser mucho más eficiente”, dijo Tenelanda a RBV.