21 de diciembre 2020 9:00 por: Raul Paillacho
BV 144- Diciembre/Enero 2021 • Quito
Los conductores del transporte en general practican por desconocimiento ciertos malos hábitos cuando operan las unidades. Esta ocasión vamos a referirnos a los cambios de velocidades en la conducción diaria y también cuando hacen una parada.
Se debe en primer lugar conocer para distinguir entre transmisión sincronizada y no sincronizada, esta última más conocida como transmisión Fuller o Bruta pues no contiene anillos sincronizadores.
Caja sincronizada Vs. no sincronizada.
Si nos referimos a la transmisión sincronizada, como aquella que posee anillos sincronizadores cuya función es igualar las revoluciones de un engranaje con otro para que puedan engancharse suavemente y sin ruido. Los anillos están interpuestos entre los engranajes y actúan como igualadores de las revoluciones de los dos engranajes. Cuando se opera el mecanismo del embrague y el acelerador del motor para realizar los cambios, lo correcto para pasar de una velocidad a otra, es NO PRESIONAR el acelerador doblemente. A esto comúnmente se denomina “aceleración con gas”.
Cuando se opera de esa manera equivocada, el motor consume más combustible del necesario y se incrementan los costos de operación. A lo mejor, en los vehículos que tienen tanques con gran capacidad de almacenamiento de diésel, parecería insignificante este consumo; pero todo sumado al mes, trimestre o al año, aumentará ostensiblemente el desperdicio. Y aún más notoria es la pérdida de dinero en flotas de 10 o más unidades, en donde este rubro de desperdicio llega aproximadamente a un 30% sobre el gasto normal.
Por lo tanto, para evitar este mal hábito, es necesario instruir y concientizar a los conductores que no es necesario efectuar los cambios con doble embragada y tampoco con aceleración con gas. Recordemos que una caja de cambios sincronizada es similar a las que vienen equipados los automóviles y no requiere la manipulación ya descrita.
En cambio, las cajas no sincronizadas o brutas, internamente no tienen el mecanismo de anillos sincronizadores. En estas cajas es necesario tomar muy cuenta esta realidad mecánica para no provocara ruidos de engranajes en la caja y permitir que enganchen fácilmente los cambios. Lo que si es necesario en este tipo de transmisiones no sincronizadas es realizar la doble embragada y levemente acelerar con gas del motor. Esta acción tiene su razón lógico/técnica, puesto que, como no dispone de anillos sincronizadores, el conductor debe hacer coincidir las rpm del motor con la velocidad del vehículo y presionar bien hasta el fondo el pedal del embrague; de lo contrario, los engranajes se tornan ruidosos y no enganchan los cambios con facilidad. Este error ocasiona que el conductor tenga que parar e iniciar nuevamente la salida.
El freno de escape en paradas.
Para complementar el ahorro de combustible, la activación del freno de escape debe ser correcta; es decir, cuando el freno esté activado o conectado, la bomba de inyección o la ECU (computadora) no están inyectando combustible a la cámara de combustión. Además, hay que recordar que en las pendiente hacia abajo, al estar conectado el freno de escape todo el tiempo que se encuentra activado no consume combustible; por lo tanto, si se tiene un descenso de varios kilómetros o por largo tiempo, todo el trayecto el motor no está consumiendo combustible, lo cual representa un ahorro apreciable.
Hay que aclarar y recalcar esta operación ya que los conductores tienen el mal hábito de estar conectando y desconectando repetidamente el freno de escape y de esa forma se desperdicia combustible. Cuando este freno auxiliar se encuentra funcionando se obtiene doble beneficio: frenar el motor y economizar combustible.
* Por Ing. Raúl Paillacho – Director Técnico de Teojama Comercial.