19 de abril 2023 9:00 por: Maritza Guevara
BV 158 abril-mayo 2023 • Quito
El tranvía era universal, no existía ciudad que no contara con él. Pero tenía un serio inconveniente: su trazado era fijo por lo cual, ocurrieron varios accidentes debido a que el tranvía no se podía maniobrar. Para solventar este problema, se inventó un híbrido de tranvía y bus al cual se lo conoce como trolebús. Este si podía esquivar obstáculos pues no se movía sobre unas paralelas rígidas.
A medida que su uso se extendió, surgió otro problema: cuando se averiaba era un grave obstáculo en la calle, y puesto que su cable de alimentación eléctrica es el mismo para los otros trolebuses, no podían pasar ni adelantarlo.
A inicios del Siglo 20, el bus como vehículo independiente fue elegido para resolver este problema, y sobre todo, porque podría moverse hacia el suburbio y áreas metropolitanas.
El tranvía empezó su declive y desuso debido a los frecuentes atropellos a personas o accidentes con otros vehículos, motos o bicicletas. Además, el auge del bus y luego del metro, fueron determinantes para su olvido en casi todas las ciudades del mundo.
Desde 1940 empezó a reducirse considerablemente las nuevas líneas del tranvía y muchas existentes fueron remplazadas poco a poco por el servicio metropolitano.
Aunque algunas ciudades no han dejado de tener tranvías en sus calles, puede decirse que prácticamente su existencia es simbólica. Como sucede en las ciudades de San Francisco, Milán, Lisboa, Viena o Barcelona, donde solo se conservan pequeñas líneas, más por romanticismo y por turismo.