20 de junio 2024 9:00 por: Maritza Guevara
BV 165 Junio - Julio 2024 • Quito
Tiene 48 años, es quiteña y conduce desde los 15. Para ayudar a mi papá a hacer fletes en una camioneta ingresé al mundo de los hombres aunque ese tiempo había solo hombres socios. Mis compañeros me dieron apertura y me enseñaron el oficio.
Me encanta viajar y conducir, por ello en 2011 adquirí un camión FTR de 5 toneladas. Luego me compré un NHR. Hoy tengo mi Sinotruk de 8 toneladas y conduzco a Quito, Guayaquil, Manta, Machala, Loja, etc.
Las mismas mujeres rechazan a mujeres
Cuando me inicié había pocas mujeres conduciendo taxi o camioneta y mientras los compañeros hombres me apoyaban, las clientas preguntaban ¿por qué está acá? o preferían no tomar el servicio cuando veían una mujer al volante. Pese a todo me acoplé a este mundo masculino y en las empresas he tenido la apertura y aceptación para trabajar.
Mis compañeros son respetuosos, me apoyan, ayudan y me cuidan. En los convoyes viajamos juntos. En las carreteras no hay suficientes adecuaciones para mujeres porque, por ejemplo, hay duchas solo para hombres. En la mayoría de empresas es lo mismo, el mundo machista aún pesa mucho.
A veces me toca dormir fuera de casa una o dos noches. Tengo que dejar la casa generalmente en fechas festivas como Día de las Madres, cuando el trabajo es muy fuerte y sin descanso, no hay fiesta para mi. Para esas épocas fuertes llevo mi maleta para una semana, duermo en la cabina.
Conducir es una pasión
Soy madre soltera, tengo tres hijos de 28, 23 y 6 años. Al último lo crié en el camión desde los 15 días de nacido. Disfruto viajar y cuando estoy en casa “me pican los pies por salir a la carretera”. No se si todas las mujeres del transporte sientan lo mismo. No descuido mi hogar, me dedico a las labores de casa y dejo bien organizado. Viajo sola y a veces mi pequeño Josue me acompaña.
En la carretera me gusta conducir a buen ritmo y poniendo atención al tipo de vía. Soy prudente y precavida.
Tips para la seguridad
Las empresas exigen cumplir normas de seguridad como detenernos en puntos de descanso elegidos y dormir, a las 4:00 a.m. continuar el viaje. En años anteriores el bypass de Quevedo lo pasaba sola a la media noche o madrugada y nunca pasó nada. Hoy, las cosas han cambiado y solo se puede viajar en convoy con mucho cuidado y mejor hacerlo temprano.
Por un foco quemado
Un policía me persiguió porque tenía un foco quemado. Me detuvo en plena lluvia sin respetar que soy mujer y que la inseguridad está latente. A veces la misma autoridad comete errores.
Para el futuro continuaré conduciendo y procuraré cumplir el sueño de Josue que quiere que nos compremos un tráiler. Gracias a Dios mis clientes confían en mi trabajo y me dan oportunidad de continuar adelante.
Adelante sin miedo
Las malas ocasiones se presentan cuando algún compañero me grita “¿qué haces aquí?, anda a la cocina”. Recomiendo a las mujeres que si queremos lograr algo no desmayemos porque somos empoderadas y ser transportista es una profesión hermosa. Sin gastar su dinero usted conoce y disfruta la maravilla de nuestro país.