20 de octubre 2020 11:06 por: Arq. Rodrigo Torres
BV 143 - Octubre/Noviembre 2020 • Quito
Brasil salió de este escenario a partir de los años 70´s, bajo una reglamentación que generó inicialmente descontento, pero que velozmente se transformó en una oportunidad que cambió la estructura de asociación de capitales y el modo de prestación de los servicios. Las principales ciudades como Sao Paulo, Río de Janeiro, Curitiba, entre las más observadas, dieron un giro importante cuando las autoridades y, en especial, los tradicionales dirigentes gremiales decidieron contratar grupos técnicos en el campo de la ingeniería y economía de transportes, para que conduzcan sus empresas públicas y privadas y así conseguir logros sociales y financieros.
Argentina es el segundo país en esta línea de acción desde los años 2000, donde se observan resultados parciales pero importantes en Buenos Aires y Córdoba. Sigue Colombia con cambios radicales en Bogotá y Medellín catalogados como buenas prácticas en la región. El resto de países aún están tratando de regular y ordenar lo existente para “luego” ir hacia la creación empresarial propiamente dicha; entre ellos está Ecuador con políticas caducas y una mala práctica bilateral por parte de las autoridades.
Este olvido institucional ha derivado en un olvido gremial que ha hecho que lo institucional y empresarial no caminen a la velocidad de la economía y la tecnología fundamentales en la planificación, regulación, administración y prestación de los servicios. Los perjudicados son los usuarios que en promedio suman más del 70% de los viajes en las áreas urbanas y regionales.
Son pocos los casos de empresas operadoras que han avanzado un poco más y algunas por destellos temporales como Quito entre los años 1996 y 2006 con la operación del sistema Trolebús y dos troncales parciales BRT, hoy están pensando cómo “ecuacionar” lo olvidado y la inauguración del Metro. Guayaquil entre el 2002 y 2016 con la implementación de las tres troncales de la Metrovía, y Cuenca entre el 2000 y 2012 con su nueva red convencional de transporte y hoy inaugurando la operación del Tranvía 4 Ríos.
Boletería y recaudo electrónico único.
En el mundo el avance tecnológico y económico en el área del transporte, ha sido muy rápido y especializado. Hoy es impensable manejar flotas como las de los corredores BRT (Bus Rapid Transit) sin sistemas de recaudo electrónico y sistemas de planificación y control operacional para mejorar la productividad. De igual manera en el transporte interprovincial es impensable no tener un sistema de boletería en línea única a nivel nacional para pasajeros y carga junto con sistemas inteligentes para la administración de las terminales.
Las autoridades deben modernizarse.
Por su parte las autoridades de transporte han olvidado que las regulaciones deben ser evolutivas y cambiar de acuerdo con los nuevos requerimientos de los usuarios y los operadores, de lo contrario estarán represando el desarrollo y mejoramiento de los servicios de transporte, olvidando que hoy en día las nuevas reglas son muy técnicas y fundamentalmente financieras; por lo tanto, es necesario capacitar con urgencia a técnicos y funcionarios en estas áreas, para lograr cumplir con las necesidades de la sociedad.
En conclusión: debe haber cambios radicales.
Los mejores socios para una autoridad de transporte son las empresas que usan tecnología para la prestación de los servicios, que su administración sea técnica y financiera y que sus líderes gremiales hayan cambiado esa “Vieja Lucha Gremial” por los nuevos fundamentos empresariales en donde es vital:
Gobernanza compartida.
Ministros, alcaldes, prefectos con sus secretarios, asesores, directores, gerentes y más, son en la realidad los gerentes de los servicios de transporte, y los operadores son los socios estratégicos para cumplir con la mejor prestación de sus servicios. Si esta gobernanza falla, todo el sistema no responderá a los cambiantes requerimientos de los usuarios. Esperamos cambios políticos que ojalá piensen con más profundidad en este importante servicio para el país, olvidado por más de 15 años, ya que en el 2005 se debía revisar la estructura contractual y financiera del sector, situación postergada políticamente hasta el momento.