20 de octubre 2020 10:00 por: Víctor Espinoza
Babahoyo • BV 143 - Octubre/Noviembre 2020
No son solo un dibujo en la calzada, representan mucho dolor, angustia, abandono, soledad, temor, sentimientos que debemos tratar de comprender para tomar la decisión de cambiar nuestro estilo de conducción.
Encontrarse con corazones pintados de azul en la calzada de la vía E25 que une a la Costa con la Sierra, en tramos que cruzan por la provincia de Los Ríos, para los conductores de vehículos se ha vuelto común en los últimos años.
Ciertos viajeros lo ignoran o desconocen el significado de estos símbolos. Mientras que para los familiares de personas fallecidas por siniestros de tránsito, representan mucho dolor. Este es el caso de Martha Rosales Cando, una babahoyense, quien años atrás perdió a su hijo, chofer de un vehículo distribuidor de productos, quien murió a consecuencia de un choque frontal del camión que conducía y un volquete, en eln sector Bola de Oro, en el tramo conocido como “La Curva de la Muerte”, entre la T de Baba y San Juan de Pueblo Viejo (Los Ríos).
En el tramo de la vía E25: Patricia Pilar-Buena Fe-Quevedo, al ingreso al sector Cuatro Mangas, es donde se registra el mayor número de siniestros en la jurisdicción fluminense. Varias personas fueron atropelladas una noche al tratar de atravesar a pie la carretera para acudir a un culto evangélico. Luego de lo acontecido se pintaron corazones azules en ambos casos.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) el parque automotor se incrementó de 1,4 millones a 2,4 millones de vehículos los últimos 10 años. Por la vía E25 Santo Domingo-Buena Fe-Quevedo-Babahoyo circulan un promedio de 12 a 16 mil vehículos por día, la vía es solo de dos carriles.
La Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) determina que la mayoría de siniestros se han originado por choques frontales al rebasar y pretender cambiar de carril; por salirse de la carretera y caer a la cuneta por impericia o por estado de ebriedad de los conductores; exceso de velocidad; irrespeto a las señales de tránsito; por fallas mecánicas en las unidades o porque los habitantes de las comunidades intentaron cruzar la carretera sin tomar las debidas precauciones.
Las principales causas de muertes en las vías ecuatorianas desde el 2010 hasta la presente fecha, según los registros de la Agencia Nacional de Tránsito son la impericia o imprudecia del conductor con 36.978 casos, mientras que la atribuida a los peatones es de 5.349 casos.
La Organización Mundial de la Salud determinó que en Ecuador han ocurrido cerca de dos mil fallecimientos en las vías. Por este motivo, desde hace más de una década, la Fundación Corazones Azules, de Quito, pinta corazones en las calles o vías donde sucedió el percance con el objetivo de concienciar a conductores de vehículos y a la ciudadanía en general para que colaboren en la reducción. Hagamos que sea un clamor que se proyecte en todo el país.