Compañerismo, trabajo compartido y solidaridad 

01 de marzo 2023 12:59 por:

Esto se nota a simple vista en un tramo de la vía Jujan – Simón Bolívar en el Guayas, donde 10 propietarios de volquetas y de otros tipos de maquinarias como palas mecánicas y gallineta, han convertido este espacio físico en un punto de reunión para ofrecer sus servicios a quienes los requieran.

Uno de ellos es  Pedro Pablo García García, de  46 años de edad, quien antes de ser chofer comenzó como oficial de un bus de transporte de pasajeros a los 18 años de edad. A los 30 fue conductor de camiones del ingenio azucarero Valdez y de volquetas desde hace 16 años. El nos da a conocer que el trabajo de los volqueteros empieza desde las 04h00 cuando se dirigen con sus vehículos a las minas para cargar material pétreo u otro tipo de material para relleno de solares.

Nos informa que un viaje de tierra amarilla, dependiendo de la distancia de donde se la obtiene hasta el sitio que se la traslada, tiene valores que fluctúan entre 15, 16, 18 ó 25 dolares y un precio fijo de USD 20 desde el recinto Guayabito hacia Chongonal.  El precio del cargamento de lastre, varia entre usd 70 y 80 el viaje, dependiendo de la distancia entre la mina de piedras y el predio en que va a ser depositado como material de relleno o para levantar alguna construcción.

Durante la actual temporada invernal encontramos a 4 de los 10 volqueteros dialogando en un improvisado sitio de descanso, constituido por bancas de madera y hamacas colgadas en ramas de arboles que además los cobijan y protegen del candente sol. No solo están a la espera de los clientes, sino también se toman su siesta después de almorzar, esto lo pueden hacer algunos de ellos, durante el invierno calificado como temporada baja por la menor demanda de material. A diferencia de la temporada alta entre junio y octubre, lapso en cual trabajan desde las 04h00 hasta las 18h00 y el cansancio por la jornada diaria es agotador. 

Afirman que antes trabajan de manera individual cada uno por su cuenta, pero hace 6 años se agruparon para unidos realizar trabajos mayores. 

“No hay egoísmos entre entre nosotros, si se presenta el contrato del relleno de un predio de unas 20 volquetadas todos participamos en iguales condiciones. Si alguno se queda con su volqueta enterrada en el fango o dañada en la carretera, todos o quienes tengamos el tiempo disponible, acudimos a ayudarlo. Aquí si hay trabajo compartido, compañerismo y solidaridad”, afirma García.

Problemas que enfrentan

Nos cuentan que a veces por el relleno en sector rural, cuando el predio es interior y está rodeado por predios privados, los dueños, a veces, no dan permiso ni las facilidades para circular por los carreteros que atraviesan sus propiedades.  Otros problemas los enfrentan con los agentes de tránsito en ciertos casos en que el material pétreo se derrama sobre la calzada porque la volqueta circula muy llena y son sancionados; en la actualidad toman las debidas precauciones para evitar esto.