19 de abril 2023 9:00 por: Beatriz Rivera Quezada
BV 158 abril-mayo 2023 • Cuenca
Su rutina diaria inicia a las cinco de la mañana porque su profesión así lo amerita. En el ejercitarse está el secreto para afrontar las horas de trabajo en su taller ubicado en el sector de Chaullabamaba al norte de Cuenca.
Lleva el legado de su padre quien desde hace 40 años se dedica a la reparación de transmisiones en Quito. A los 17 años ingresó a la carrera de ingeniería mecánica en la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE); luego, se especializó en Estados Unidos en transmisiones automáticas.
Ella se independizó y de esa manera marcó un reto en la ciudad de los cuatro ríos. Hace 12 años creó su propio negocio: “Caja Rosa”, taller especializado en transmisiones automáticas, donde la Ing. María Fernanda Erazo apoya al desarrollo del país a través de su conocimiento y experiencia.
“Desde pequeña, el contexto que me rodeaba me hizo cambiar el ‘chip’. Decían que esta es una profesión para hombres; para mí es una profesión como cualquier otra. Me apasiona la mecánica”, comenta María Fernanda.
Dice que, al inicio, existió desconfianza porque Cuenca es una ciudad conservadora y ver a una mujer en una profesión masculina, manejando su propio negocio, le complicó un poco; “pero el tiempo, la experiencia y el trabajo bien hecho son los mejores aliados para salir adelante”, confiesa Erazo, quien cumple 25 años en esta profesión.
Es una defensora de los derechos de la mujer, comenta que existe un gran número de mujeres dedicadas a esta profesión, pero que no están visibilizadas. “Es importante, dice, que los centros de capacitación y las universidades, sepan manejar estrategias donde la mujer se sienta incluida y respetada”.
En Caja Rosa trabajan dos mujeres y dos varones, todos profesionales de la mecánica, dedicados exclusivamente a las transmisiones.
“Creo que lo de las transmisiones tiene que ver con mi lado femenino porque exige detalle, orden, limpieza. Es un reto y cuestión de la personalidad”, manifiesta María Fernanda quien está incursionando en algo nuevo: en la reparación de cuerpos de válvulas. La intención es ofrecer un servicio que abarate costos.
“Nos convertimos en médicos de vehículos, médicos de transmisiones automáticas y nos toca estar en constante actualización, lo cual representa un gran reto”, sostiene.
La actualización permanente de conocimientos ha hecho que Caja Rosa desde el año pasado incursione en temas de formación a tecnólogos, técnicos o cualquier persona del área automotriz, como especialistas en transmisiones automáticas. “Este año vamos a implementar plataformas digitales de aprendizaje con el fin de pasar la posta”, expresa.
Para María Fernanda la pandemia le dejó un aprendizaje puntual en lo que respecta a la jornada laboral. Abre a las 7:30 y cierra a las 13:30; es decir, trabajan seis horas. “Nuestro horario está basado en modelos efectivos de otras sociedades; porque, es verdad que el tiempo que se puede tener para invertirlo en uno mismo como individuo, aporta positivamente para obtener más producción en el trabajo. Este horario nos ha resultado positivo pues el trabajador rinde mucho más y es beneficioso para la empresa”.
Se considera una feminista porque busca la equidad y también romper estereotipos (conjunto de creencias sobre los atributos asignados a un determinado grupo social). Cree que el día a día es parte de ese activismo con miras a que en el futuro existan mujeres en varios espacios, que podrán desarrollarse con mayor tranquilidad y solvencia.