25 de junio 2025 10:30 por: Leonor Peña Cueva
BV 171 junio-Julio 2025 • Cuenca
En Cuenca, los correteos y la guerra del centavo en el transporte urbano son cosa del pasado gracias a la caja común: dificultades y logros.
La Ley de Tránsito dispone el uso de medios de pago electrónicos para el cobro de pasajes en jurisdicciones con población mayor a 200 mil habitantes |
El proceso no ha sido fácil y ha exigido grandes inversiones, nuevas normativas locales, voluntad política y sensibilidad de la clase del volante. Las siete operadoras que integran la Cámara de Transporte han invertido más de USD 11 millones. Cabe mencionar que, en 2018, con el fin de mejorar la calidad del servicio, se aprobó una ordenanza que obligó la renovación de la flota. Esto significó una inversión de 60 millones de dólares.
Diego Idrovo, presidente de Cámara comenta que esta modalidad permitió una distribución más equitativa de ingresos. Antes, las unidades con mejores rutas tenían más ingresos, mientras que aquellas con menos ingresos. competían por ganar pasajeros. “Lo último en lo que se pensaba era en la calidad del servicio y en la seguridad del pasajero”, reconoce.
Se hizo una valoración económica y establecieron compensaciones. Realizaron la redistribución interna de rutas para que todas las operadoras recorran igual cantidad de kilómetros.
La Caja Común nació con el sistema integrado de recaudo (SIR) que permite mejorar la planificación, control y operación del servicio. Además, el cobro del valor exacto del pasaje. La recaudación que al inicio era con monedas, avanzó hacia un modelo híbrido que aceptaba también tarjetas electrónicas. Sin embargo, la viveza criolla no dejaba de sorprender; en el conteo de lo recaudado encontraban arandelas, monedas de otros países y otros metales. La evasión era otro problema a enfrentar.
Debieron librar una batalla judicial con el comité de usuarios del transporte urbano, que exigía el derecho de pagar con monedas. Finalmente, en 2018 se estableció el uso exclusivo de tarjetas para el recaudo urbano.
El SIR integra medios de pago, hardware, software, red de telecomunicaciones, recaudo de tarifas, maneja información sobre ingresos, audita cuentas y genera estadísticas sobre demanda de pasajeros.
Los 475 buses urbanos realizan entre 320 mil y 350 mil viajes diarios, cubriendo 38 rutas y aproximadamente 2.800 paradas. Los conductores están uniformados y debidamente identificados con sus credenciales. El sistema anuncia la proximidad de cada parada en español e inglés.
Los locales bien identificados poseen dispositivos tecnológicos que verifican el pago y están autorizados por la Empresa de Movilidad Emov.
También está garantizado el cobro de media tarifa para menores de 18 años, estudiantes, discapacidad y adultos mayores. Para cada categoría existe un color de tarjeta. El costo del pasaje urbano es 35 centavos, valor que incluye el subsidio de 4 centavoa por pasaje que asume el GAD Municipal.
Patricia Espinoza, es usuaria recurrente del transporte urbano desde hace 40 años. Afirma que el uso de la tarjeta electrónica ha sido de gran ayuda y ha obligado a los usuarios a educarse. Valora la posibilidad que da el sistema para conocer el saldo disponible cada vez que se pasa la tarjeta por el lector. Antes, había que buscar monedas y se demoraba en colocarlas; “ahora, es más ágil y hasta nos podemos prestar las tarjetas entre los pasajeros”, comenta.