Caja Común 16 años después de su regulación y el efecto en los pasajes

24 de junio 2025 7:38 por:

La Caja Común 16 años después del mes de agosto de 2008 cuando se emitió la nueva Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial (LOTTTSV), que dispone la obligación de la CAJA COMÚN a todas las operadores de transporte. El espíritu fue promover que pasen del oficio artesanal a una profesionalización en servicios de transporte terrestre.

Ni los operadores públicos ni los privados pueden mostrar una buena práctica luego de 16 años de experimentos, errores y experiencias con tenues resultados. La mayoría ha adquirido monitoreo de flotas y contadores de pasajeros que son buenos ejercicios técnicos en electrónica y telecomunicaciones, pero no financieros y de producción de servicios de transporte.

Para lograr que con la Caja Común 16 años después de aplicada, los operadores se vuelvan profesionales son importantes tres aspectos: capacitación, regulaciones claras e inversiones sustentadas en tarifas reales.

La capacitación no es posible en Ecuador, porque aún no tenemos ningún sistema de ciudad catalogado como exitoso. Existen experiencias de otras ciudades donde también hay dilatados procesos sin el éxito deseado como: Bogotá, Lima, Buenos Aires, Santiago, México, donde luego de 16 años, finalmente, están encontrando el camino. Brasil, tal vez, es donde hay que acudir, porque allí se conjuga la capacitación de los operadores desde hace 40 años, con reglas claras por parte del Estado y las Municipalidades desde 1996, e inversiones programadas cada 10 años con base en modelos de gestión europeos adecuados a Latinoamérica, tecnología y tarifas reales despolitizadas y sin subsidios.

Hay demasiado punto negativo

El espíritu de la LOTTTSV ha sido borrado por el propio Estado y las municipalidades, pues se ha extendido la vida útil de los vehículos de servicio público a 20 años, aún se permite importar tecnología Euro 3, no se mejoran los combustibles, no se determinan los modelos de gestión para implementación de tecnología para el recaudo electrónico, no se logra poner reglas para que los operadores se profesionalicen, no se capacita a funcionarios públicos a nivel académico, no tenemos maestrías universitarias para la planificación y operación de transporte.

Los buenos ejercicios iniciales entre 1996 y 2008

Eran el Trolebús de Quito y la Metrovía Guayaquil; pero hoy ya no lo son. Vino el Tranvía de Cuenca en 2020 y el Metro de Quito en 2024 para mostrar lo que es necesario hacer para reiniciar esta visión. Los ejercicios más notorios por parte de los operadores privados  son tres: la Cámara de Transporte de Cuenca con una inversión en tecnología deUSD 5.000 y 6.000 por bus en 2010; el SITU de Loja con una inversión aproximada de USD 5.000 por bus en 2020 y, actualmente, el Consorcio MIO de Santo Domingo con una inversión aproximada de USD 7.000 por bus. Guayaquil hoy apuesta a una concesión privada a nivel de ciudad que ha marcado oposición de los operadores privados y, Quito no logra hacer que el sistema del Metro sea seguido por todos los transportistas incluido su propio Trolebús.

En conclusión, el Estado y las Municipalidades no logran establecer reglas claras en lo administrativo, financiero, tarifario y tecnológico. Como consecuencia, pierden credibilidad de los operadores privados y de los usuarios que se ven frustrados por el servicio que reciben.